Un secreto objeto de deseo.

Fetichismo: En qué piensas cuando escuchas esta palabra?

A medida que la sexualidad humana ha dejado de ser poco a poco un tabú social, vamos aceptando una mayor diversidad de actos en el placer. Sin embargo, aun en tiempos modernos, el fetichismo no deja de crispar algunas mentes conservadoras que erróneamente lo asocian con la perversidad.

Tener un fetiche no debe ser un motivo de culpa o vergüenza; tampoco te hace un enfermo sexual. Simplemente es una manera distinta de disfrutar con la pareja, aspectos más complejos de la excitación. No sobra decir que tampoco es una práctica exclusiva: el fetiche no es un comportamiento obsesivo que tenga que estar siempre presente en las relaciones sexuales, las personas que disfrutan de alguna práctica particular, también disfrutan igual del sexo más tradicional. Hay tantos fetiches como colores, y como todo, es cuestión de gustos: Uno de los más populares entre los hombres es el fetiche por las zapatillas de mujer.

Tener un gusto sexual por las zapatillas de mujer es mucho más de lo que imaginas. No te equivoques: no se va a lanzar a lamer tus tacones como si no hubiera un mañana. El fetichismo es una cuestión de seducción y fantasía. Piensa en todo lo que un par de zapatillas pueden inspirar en tu chico: Ya sea que luzcas un seductor color rojo; o que lo provoques con la sensación suave del terciopelo; O que tal unas bota de cuero hasta la rodilla?, seguro lo inspiras a ponerse a tus pies.

Por último, no olvides que los tacones no son mágicos, en ti esta imprimir toda tu personalidad para volverlo loco de placer.